SUPÉRATE
Supérate que la vida
comienza
Supérate que el amor renace
Supérate con las garras de
la fuerza
Que el bien en tus ojos
nace.
Supera la montaña de
problemas
Supera la cantidad de
trabajo
Supera la batalla del dolor
Que lo único que busca es mantener
la cabeza bajo.
Supérate en medio de la
confianza
Supérate de las entrañas de
la mentira
Supérate del volcán de la
vergüenza
Que la vida que transcurre sea un manantial de
aventuras.
Supera el desarrollo de la
envidia
Supera el ocaso de la angustia
Supera la blandura con el
que se disipa la amargura
Que te deja mal aliento y
eso disgusta.
Supérate del miedo que
paraliza
Supérate del egoísmo
encubierto
Supérate de las palabras
melosas que solo buscan engañarte y
Así no puedas ver la trampa,
que para que caigas espera con la boca abierta.
Supérate sin disimulo
Supérate sin tener vergüenza
Supérate por encima de los
vientos
Que estos te lleven a las
más altas montañas del éxito que venza.
Adalid